El pisto es un plato de verduras que a todo el mundo le gusta como acompañamiento de embutidos, entrepan está de vicio, y un largo etc. El problema de este plato es que suele ir acompañado de muchísimo aceite, demasiado para mi gusto. Así que, eso de comer 'verduritas ligeras' ese día se deja a un lado. Como no soy muy amiga de los fritos, ni sofritos, mi mente siempre está pensando cómo hacer los platos algo más ligeros y digestivos. Así que hice la prueba que hoy os traigo y ¡oye! Gustó.

• 1 Berengena
• 1 Calabacín
• 1 Pimiento Rojo
• 1 Cebolla
• 2 dientes de ajo
• 4 Cucharas soperas de tomate natural triturado
• 1 Cucharada sopera de aceite
• Una pizca de sal y pimienta
• 1 vaso de agua.

1. Lavar y cortar en trozos grandes todas las verduras
2. Poner a calentar a fuego medio el aciete, una vez esté caliente echar los ajos y la rebolla.
3. Rehogar el ajo y cebolla hasta que estén un poco dorados a fuego bajo.
4. Añadir el vaso de agua y el resto de las verduras.
5. Salpimentar y tapar la olla.
6. Dejar a fuego lento mínimo una hora (aunque depende de lo blandas que os gusten las verduras).
7. ¡A disfrutar!